lunes, 18 de abril de 2011

El Guggenheim del Somontano es cool! / The Somontano´s Guggenheim is cool!

Conforme te vas acercando por la larga recta de la Nacional 240, su piel de acero se va haciendo cada vez más brillante, reflejando el sol de primavera que comienza a calentar los viñedos que le rodean y que en apenas unos meses proporcionarán la materia prima para estas bodegas de la D.O. Somontano de Huesca. Sus formas rectilíneas contrastan con las suaves ondulaciones del terreno haciéndole sobresalir sobre un mar de viñedos. Esta arriesgada estética le han hecho acreedor del sobrenombre "El Guggenheim del Somontano" gracias a la singularidad de sus formas y la fuerza de sus materiales.

Estoy hablando de las Bodegas Irius, un moderno complejo enclavado sobre una suave colina cerca de la localidad oscense de Barbastro. Creo no exagerar si digo que es uno de los edificios más audaces de nuestra comunidad y de todo el sector del vino en España. Aunque no haya alcanzado la fama de otras edificios relacionados con el vino  diseñados por Frank Ghery, Norman Foster o Zaha Hadid, bodegas Irius no les tienen nada que envidiar y este edificio se muestra atrevido y sin complejos al visitante que a él se acerca. Líneas rectas, volúmenes geométricos, acero y cristal son sus rasgos diferenciadores, que hacen que el visitante no pueda evitar desenfundar su cámara y fotografiarlo desde los infinitos ángulos que ofrece, como dice su arquitecto "es un juego geométrico, unos cubos que se enlazan dando origen a un prisma diferente, una apuesta por el conocimiento, por ser mucho más que una bodega en la que se elabora vino"



Pero no sólo por fuera esta bodega es innovadora, sino que en sus entrañas alberga algunas de las máquinas y procesos más avanzados para el proceso de elaboración de vinos que existen en la actualidad. La uvas recién vendimiadas llegan a la bodega en remolques herméticos rociadas con hielo seco y una vez dentro de ella se mueven únicamente por efecto de la gravedad en un espacio que se hunde 27 metros bajo el suelo. Carretillas automáticas, silos voladores (no es broma) y música clásica  para las barricas en donde el vino envejece (tampoco es broma) son algunos de los elementos que a buen seguro no te dejan indiferente si te decides a visitar Bodegas Irius.

Para el que además de conocer estas fantásticas y modernas instalaciones, desee darse un homenaje culinario, podrá terminar la visita con una estupenda comida en su exclusivo restaurante en el que se pueden degustar estupendos platos de autor regados por alguno de sus excelentes vinos, los cuales atesoran altísimas puntuaciones en diferentes guías como la Guía Peñín. Además encontrará una enotienda con más de 300 productos relacionados con el mundo del vino.

Más información:


Revista Aragón Guide Magazine Pág. 12-13

Bodegas Irius

4 comentarios:

  1. Curioso, esto me recuerda mucho a la bodega "a lo Guggenheim" de Cenicero en la Rioja
    saludos desde maestrazgomagico.blogspot.com
    RAUL

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  2. Bueno, ese tiene más razones para tener ese sobrenombre ya que también es de Frank Gehry. Lo del Guggenheim del Somontano no es mío, lo dicen los guías de Irius cuando haces la visita. Gracias por tu comentario.

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  3. Este post incita de una forma irrefrenable a probar este vino, Me gustaría me indicaran si se puede conseguir por Internet y si las bodegas se pueden visitar.

    Gracias

    Luis Reyes/avantplus3

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  4. Si, se pueden visitar y es una experiencia que merece mucho la pena, si el edificio es espectacular por fuera, por dentro no se queda atrás, además dispone de un restaurante gourmet que está muy bien. Más info: http://www.bodegairius.com/

    Lo puedes comprar por internet: http://www.bebesomontano.com/es/articulos/11/bodegas-irius.html

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